25 de enero de 2012

Mi rencor.

Muchas veces caigo en la cuestión, en el por qué de tantas cosas. Me martirizo, me torturo, como si no fuera suficiente la situación, cuál es la necesidad de tanto egoísmo? Tanto narcisismo para ocultar tanta inseguridad? Tanta superficialidad para ocultar tanto vacío? 
Me carcome, me consume, se apropia de mi este sentimiento oscuro, me hace olvidar de las cosas buenas, solo trae a mi los malos recuerdos. Me envuelve en un laberinto de preguntas sin respuestas, por qué no puedo entender que no todo tiene una razón? Las personas se equivocan, no existe la perfección, pero qué hay de las buenas intenciones? Qué hay de ese sentimiento de dar sin esperar, simplemente entregarse, solo por amor?
Con qué derecho la gente pone el individualismo como estandarte, la ambición, el egocentrismo sobre todas las cosas? Y vuelve otra vez este circulo interrogativo, sigo sin encontrar las respuestas, sigo tratando de entender quién soy, a que me debo, si es así como debería ser. Qué tal si mi destino sería ser otra cosa, pero la vida me lo arrebató?
Ser feliz estaba marcado en mi camino, pero nunca lo logré caminar, ni me llegué a arrimar. Vuelvo al rencor, sentimiento que no quisiera conocer, pero se que hay tantas cosas que me arrebataste, hay tantas cosas que me negaste, te odio y no quisiera hacerlo. Pero estoy segura de sentirlo, estoy segura que sos la causa de varias penas en mi vida.
Siento que me desgasta, siento que pierdo mi forma de ser y solo me dejo llevar por el rencor. Y así prosigo con mi vida, viviendo a medias, sintiendo como me consumo recordando que podría ser más de lo que soy, pero no me lo permitiste. Vuelvo a sentir las consecuencias de tenerte o perderte, de cualquier manera afectas, quisiera poder suprimirte de mis recuerdos. Pero no se puede, debo llevarte como mi cruz, como mi peso. 
En qué pensás? Qué sentís? Soy parte de tus pensamientos, reflexiones? Alguna vez te pusiste a analizar el daño que generas? Nunca te llegó el remordimiento? Es increíble como podés seguir, como sonreís sin ninguna pena alguna. Es increíble que me puedas mirar a los ojos sin sentir vergüenza, es tan inmenso tu orgullo que acabaste perdiéndome, y ni te percataste de ello, no hiciste nada para impedirlo, no hiciste nada para  hacerme creer que realmente te importaba. 
Conozco un sentimiento del cual no me siento contenta de admitir, el aborrecimiento, a tan temprana edad no se debería sentir, a tan temprana edad no se debería sufrir. No debería esconder tanta lobreguez, no debería callar tantos sentimientos. 

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